La fábula del oso y el pesacado (escrita e improvisada por mi)

Las fábulas son composiciones breves literarias en las que los personajes casi siempre son animales, plantas u otros objetos que presentan características humanas como el habla, el movimiento, etc; estas historias concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo.







Cierta mañana, en las profundidades del bosque, bruno, más conocido por ser el oso perezoso del lugar, se levantó más temprano de lo habitual, y se dirigió al río en busca de un sabroso manjar, ya que también, además de perezoso, era muy glotón.

Mientras esperaba ansioso el momento adecuado para atrapar algún pescado de los que pasaban saltando, edgar, el pescado mas jóven del río, salío de éste de un gran salto y aterrizo artísticamente, en una de las pequeñas rocas que estaban por ahí; bruno se quedo perplejo al ver semejante proeza y no vaciló en preguntarle para qué hacía eso, y si no tenía miedo al estar él ahí; edgar le contestó valientemente que no, y lo regañó por estar ahi comiéndose a sus compatriotas, ¿acaso no te da verguenza? le pregunto con voz ronca...

_Edgar: ¿acaso nos ves a nosotros tratándonos de comernos a los osos?

_Bruno: la verdad es que nunca me lo puse a pensar, pero creo que tenés razón...

Y con este acertado razonamiento, el oso regresó a su cueva y jamás volvió a comer pesacados, se hizo vegetariano y al largo de comer tantas hojas y plantas, le produjo tanta sed, que acabó con toda el agua del río, y todos los peces del lugar, incluido Edgar, murieron.


Moraleja: no importa de que forma quieras escapar de los problemas, a la larga, y de una forma u otra, siempre terminarán afectándote. Lo mejor es enfrentarlos.