Palabras
Llega un paisano al bar del pueblo y deja atada su perra a un árbol. Al instante una jauría de perros se arremolina a su alrededor tratando de conquistarla. En medio de un concierto de ladridos, gruñidos, mordiscos y aullidos, un policía entra al bar y pregunta por el dueño de la perra. El paisano, que estaba tomando un vaso grande de ginebra, levanta la mano y dice: "yo".
- Su perra esta alzada, -le dice el policía.
- No puede ser, yo la dejé en el suelo, -responde el paisano.
- Quiero decir que está en celo, -insiste el policía.
- No puede ser, yo jamás le di motivos, ni siquiera miro a otras perras.-contesta el paisano sediento.
- Digo que está caliente, ¿me entiende?
- No, no lo entiendo, me cercioré de dejarla a la sombra.
Exasperado, el policía exclama:
- Sígame, su perra quiere tener relaciones sexuales.
El paisano le responde:
- Entonces, siga nomás. Siempre quise tener un perro policía"
Moraleja:
"HABLAR NO ES LO MISMO QUE COMUNICARSE"
6 comentarios:
¡¡Un perro policía!! jajajajaja
Me imaginé la cara que pondría el policía. Buenísimo!!!
La realidad es dura!!
Besos.
JAJAJAJA
Tan bueno como siempre!
CUECK ! JA JA JA ^^
¡Hasta que al fin supe de donde vienen los perros policias! ;P
Jajajajaj
jajajajaj cierto,cierto, no es lo mismo hablar que comunicarse
jajajaja un perro policia !!! que bueno!!
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