viernes, 13 de febrero de 2009

Palabras

Llega un paisano al bar del pueblo y deja atada su perra a un árbol. Al instante una jauría de perros se arremolina a su alrededor tratando de conquistarla. En medio de un concierto de ladridos, gruñidos, mordiscos y aullidos, un policía entra al bar y pregunta por el dueño de la perra. El paisano, que estaba tomando un vaso grande de ginebra, levanta la mano y dice: "yo".
- Su perra esta alzada, -le dice el policía.
- No puede ser, yo la dejé en el suelo, -responde el paisano.
- Quiero decir que está en celo, -insiste el policía.
- No puede ser, yo jamás le di motivos, ni siquiera miro a otras perras.-contesta el paisano sediento.
- Digo que está caliente, ¿me entiende?
- No, no lo entiendo, me cercioré de dejarla a la sombra.
Exasperado, el policía exclama:
- Sígame, su perra quiere tener relaciones sexuales.
El paisano le responde:
- Entonces, siga nomás. Siempre quise tener un perro policía"

Moraleja:
"HABLAR NO ES LO MISMO QUE COMUNICARSE"



6 comentarios:

A.- dijo...

¡¡Un perro policía!! jajajajaja
Me imaginé la cara que pondría el policía. Buenísimo!!!

La realidad es dura!!

Besos.

Andore dijo...

JAJAJAJA

Tan bueno como siempre!

Carpincho dijo...

CUECK ! JA JA JA ^^

Gaby dijo...

¡Hasta que al fin supe de donde vienen los perros policias! ;P

Francisco dijo...

Jajajajaj

Conxa dijo...

jajajajaj cierto,cierto, no es lo mismo hablar que comunicarse

jajajaja un perro policia !!! que bueno!!